lunes, 18 de septiembre de 2017

Entrevista
P:
¿Por qué te fuiste?
R:
Me cansé
de ser el ataúd de la habitación
de que me metieran otros ataúdes hasta dentro de la garganta y me preguntaran si podía respirar
de que me metieran lápidas hasta dentro de la nariz y me preguntaran si podía respirar
de portar un ataúd de noticias de lesbianas asesinadas y se suponga que pueda respirar
de la expectativa de que debamos existir como obituarios
de que te cuelguen a media asta y se suponga que puedas respirar
de que escriban de ti como si estuvieras ya muerta.

Los hombres negros y las mujeres blancas
siempre escriben sobre las mujeres negras
como si ya estuviéramos muertas.

Parece que el mundo
no sabe cómo es
una mujer negra andando
cuando aún respira.
P:
¿Por qué siempre asesináis nuestras narrativas con vuestra mirada?
¿Por qué siempre secuestráis nuestras narrativas con vuestra mirada?
¿Por qué siempre intentáis asesinarnos con vuestra mirada?
R:

Interview
Q:
Why did you leave?
A:
I grew tired
of being the coffin in the room
of having other coffins lowered down my throat and being asked if I'm breathing OK?
of having tombstones lowered down my nostrils and being asked if I'm breathing OK?
of pallbearing the news of murdered lesbians and being expected to breathe OK
of the expectation that we must exist as obituaries
of being hung at half-mast and being expected to breathe OK
of being written about as if I am already dead.

Black men and white womxn
always write about black womxn
as if we are already dead.

Seems like the world
does not know what a
black womxn walking
really looks like when she is breathing.
Q:
Why are you always murdering our narratives with your gaze?
Why are you always hijacking our narratives with your gaze?
Why are you always trying to assassinate us with your gaze?
A:

Koleka Putuma (Sudáfrica), "Collective Amnesia", Uhlanga, Cape Town, 2017

sábado, 15 de julio de 2017

Una lengua nativa se desangra
La gente que conoce el Caribe
solo por sus palmeras y mares azul turquesa
me preguntan qué idioma
hablamos en Trinidad y Tobago.
Yo respondo, "inglés".
"Hablamos inglés".

Pero cuando estas palabras se escapan de mis pulmones,
una rabia callada corre tras ellas
abrasando mis entrañas
liberando un resquicio de fuego
y de historia chamuscada.

Sabes,
nuestro inglés no es el inglés
que se habla en los Palacios de Buckingham
en los tés de las cinco.
Nuestro inglés guarda los restos
de las invasiones imperialistas,
el saqueo de mentes y cuerpos,
para arrojarlos en tierras extranjeras para su beneficio.

Y así, para rememorar el idioma de esta tierra olvidada
comenzamos a re-memorar vuestro inglés
infundiendo ritmos rituales entre
los bolsillos de vuestras estrofas.

Hablamos en sílabas cortadas a machete
que derramaban sangre
deformadas y diluidas
por vuestra dicción blanca.
Cantamos con lenguas gruesas
que se rebelaban contra las pronunciaciones anglicanizadas:
los brazos muertos de África
arrojando lanzas fantasmagóricas a cada palabra
mutilando las frases
como las espaldas negras en los campos de caña de azúcar,
deformando su estructura
volviendo a coser los adjetivos y verbos
haciendo de los pronombres comunes objetivo
el aborto del cuerpo
del idioma de la Reina.

Algunos me dicen que algunos trinitenses
suenan como los británicos
pero no importa si es verdad,
me niego a oírlo.
Porque cuando los británicos oyen música
puede que bailen
pero cuando cualquier trinitense oye sonar el tambor
no paramos de bailar a su ritmo.
La música nos exorciza
y rezamos por que con cada gota de sudor
se agote cada ápice de Europa
que aún quede en nuestra piel.
Quizás el meneo y el giro
de caderas y muslos
nos recuerde el dolor
de la contorsión
de nuestras madres fallecidas
cuyas lenguas nativas
se desangraron en el cascote del barco calabozo.

La gente dice que he perdido el acento
tras mi inmersión en las calles de la ciudad de Nueva York
pero no escuchan bien
porque si quitaran la piel de mis palabras
como la carne del amo quemado
en las plantaciones por hombres
que se negaron a ser humillados,
el hedor de la rebelión
invadiría sus pulmones,
impidiéndoles decir otra cosa.

Al contrario que mi tatarabuelo
al que dieron el nombre de Joko,
mi acento es libre.
Viene y va como quiere.
Pero el espíritu de su pasado
me perseguirá hasta la eternidad.
Y hasta que pueda encontrar las palabras
de su dialecto original
para garabatear en su lápida
nunca encontrará un lugar sagrado donde descansar.

Desiree Bailey, de Trinidad y Tobago.
Escucha a la poeta aquí



lunes, 3 de julio de 2017

Elegía africana
Somos los milagros que hizo Dios
para probar el amargo fruto del Tiempo.
Somos valiosos
y un día nuestro sufrimiento
se convertirá en las maravillas de la tierra.

Hay cosas que ahora me queman
que tornan doradas cuando soy feliz
¿Ves el misterio de nuestro dolor?
Que soportamos la pobreza
y somo capaces de cantar y soñar dulzuras.

¿Y que nunca maldecimos el aire cuando es cálido
o la fruta cuando sabe tan bien
o las luces que se deslizan suavemente en las aguas?
Bendecimos las cosas incluso en nuestro dolor.
Las bendecimos en silencio.

Por eso nuestra música es tan dulce.
Así, el aire recuerda.
Existen milagros secretos en juego
que solo el Tiempo producirá.
Yo también he oído a los muertos cantar.

Y me dicen que
la vida es buena.
Me dicen que viva tranquilamente
con fuego y siempre con esperanza.
Existe el prodigio aquí

y hay sorpresa
en todo lo que mueve lo invisible.
El océano está lleno de canciones.
El cielo no es un enemigo.
El destino es nuestro amigo.

An African Elegy
We are the miracles that God made
To taste the bitter fruit of Time.
We are precious.
And one day our suffering
Will turn into the wonders of the earth.

There are things that burn me now
Which turn golden when I am happy.
Do you see the mystery of our pain?
That we bear poverty
And are able to sing and dream sweet things

And that we never curse the air when it is warm
Or the fruit when it tastes so good
Or the lights that bounce gently on the waters?
We bless things even in our pain.
We bless them in silence.

That is why our music is so weet.
It makes the air remember.
There are secret miracles at work
That only Time will bring forth.
I too have heard the dead singing.

And they tell me that
This life is good
They tell me to live it gently
With fire, and always with hope.
There is wonder here

And there is surprise
In everything the unseen moves.
The ocean is full of songs.
The sky is not an enemy.
Destiny is our friend.

Ben Okri, "An African Elegy", London: Vintage, 1992, p. 41

lunes, 12 de junio de 2017

MANTO DE LA AURORA
Manthie me hubiera gustado tanto mentirte
decirte que no hay niños hambrientos en ningún lugar de la tierra
que ninguna madre llora a su hijo despedazado por las bombas
de un piloto tranquilo
que ninguna viuda se hunde en el dolor delante del cadáver
ajeno a su amor
que ningún mendigo espera en vano la limosna enredado entre
sus harapos en un rincón de la calle eterna
Mentirte decirte
que los cementerios han cerrado sus puertas y vaciado toda la tierra
habitada por eternos durmientes de sueños jamás apagados
que no hay hermana que entierre en la sombra a su hijo sacrílego
mentirte decirte
que ningún hombre lleva en él la emoción terrible del exilio
mentirte mentirte Manthie mentirte
ni Apartheid
ni Soweto
ni Jones-Town
ni ejército en brigadas rojas
ni septiembre negro
ni el Líbano como un inmenso pastel sanguinolento
ni el pueblo errante de una Palestina sin tierra
ni Israel de historia perseguidora perseguida
mentirte
para que no conozcas nunca el odio
para que no conozcas nunca sus manos homicidas
para que no sorprendas nunca el delirio de las fieras
para que no frecuentes nunca el orgullo de la locura que sale de
sus grutas heladas
Mentirte Manthie
para amarte con inocencia

MANTE DES AURORES
Manthie j'aurai tant aimé te mentir
Te dire qu'aucun petit garçon n'a faim quelque part sur la terre
qu'aucune mère ne pleure son enfant déchiqueté par les bombes
d'un pilote tranquille
qu'aucune veuve ne s'enlise dans la douleur devant le cadavre
impossible de son amour
qu'aucun mendiant n'attend en vain l'aumône empêtré dans
ses guenilles dans un coin de rue éternelle
te mentir te dire
que les cimetières ont fermé leurs portes et vu toute la terre
habitée par d'éternels dormeurs aux rêves à jamais éteints
qu'aucun soeur n'enterre dans l'ombre son enfant sacrilège
te mentir te dire
qu'aucun homme ne porte en lui l'émotion terrible de l'exil
te mentir te mentir Manthie te mentir
ni Apartheid
ni soweto
ni Jones-Town
ni Armée en brigades rouges
ni septembre noir
ni le Liban comme unimmense gâteau sanguinolent
ni le peuple errant d'un Palestine sans terre
n'Israël d'histoire persécutée persécutrice
te mentir
pour que tu ne connaisses jamais la haine
pour que tu ne connaisses jamais leurs mains de tueurs
pour que tu ne reconnaisses jamais le délire des fauves
pour que tu ne côtoies jamais l'orgueil et la folie sortie de
leurs grottes glacées
Te mentir Manthie
pour t'aimer d'innocence

Amadou Lamine Sall, Senegal, en Miampika L-W., Voces africanas, Voix africaines. Madrid, Verbum, 2000, pp. 128-131

domingo, 21 de mayo de 2017

Hablando sobre el hogar (en el Centro de Deportación)
Bueno, creo que mi casa me escupió, los apagones y toques de queda como una lengua contra unos dientes a punto de caer. Dios, ¿sabes lo difícil que es hablar sobre el día que tu propia ciudad te arrastró del pelo, delante de la vieja prisión, delante de las puertas del colegio, delante de los torsos ardiendo erigidos en estacas como banderas? Cuando me encuentro a otros como yo reconozco la nostalgia, lo perdido, la memoria de ceniza en sus rostros. Nadie abandona su casa a menos que su casa sea la boca de un tiburón. He llevado el viejo himno en la boca durante tanto tiempo que no hay sitio para otra canción, otra lengua u otro idioma. Conozco una vergüenza que amortaja, sepulta totalmente. Allah Ceebta, rasgué y me comí mi propio pasaporte en el hotel de un aeropuerto. Estoy hinchada del idioma que no me puedo permitir olvidar.
*
Me preguntan que cómo llegué aquí. ¿No lo ves en mi cuerpo? El desierto de Libia rojo de cuerpos de inmigrantes disparados a la cara por intentar entrar, el Golfo de Aden hinchado de cuerpos de inmigrantes. No habría metido a mis hijos en el barco a menos que pensara que el mar era más seguro que la tierra. Espero que el viaje significara más que millas porque todos mis hijos están en el agua. Quiero hacer el amor pero mi pelo huele a guerra y a correr y correr. Mira todas estas fronteras, con espuma en la boca de cuerpos marrones rotos y desesperados. Soy del color del sol caliente en la cara, los restos de mi madre nunca fueron enterrados. Pasé días y noches en el estómago del camión, no salí siendo la misma. A veces parece que otro llevara mi cuerpo.
*
Conozco pocas cosas verdaderas. No sé dónde voy, de dónde vengo se desvanece, no soy bienvenida y mi belleza no es belleza aquí. Mi cuerpo quema de la vergüenza de no pertenecer aquí, mi cuerpo anhela. Soy el pecado de la memoria y la ausencia de la memoria. Veo las noticias y mi boca se convierte en una pila llena de sangre. Las líneas, las formas, la gente en las mesas de escritorio, las tarjetas de llamada, los funcionarios de inmigración, las miradas en la calle, el frío depositándose en mis huesos, las clases de inglés nocturnas, la distancia de mi casa. Pero Alhamdulilah todo esto es mejor que el olor de una mujer en llamas, o un cargamento de hombres que se parecen a mi padre, arrancándome dientes y uñas, o catorce hombres entre mis piernas, o una pistola, o una promesa, o una mentira, o su nombre, o su masculinidad en mi boca.
*

Les oigo decir, vete a tu casa, les oigo decir, jodidos inmigrantes, jodidos refugiados. ¿De verdad son tan arrogantes? No saben que la estabilidad es como un amante con una dulce boca sobre tu cuerpo un segundo y el siguiente eres un temblor tumbada en el suelo cubierta de escombros y vieja moneda esperando la vuelta. Todo lo que puedo decir es que yo era como tú, la apatía, la pena, la ingrata ubicación y ahora mi casa es la boca de un tiburón, ahora mi casa es el cañón de una pistola. Te veré al otro lado.
Warsan Shire

domingo, 30 de abril de 2017

Stimela (tren de carbón)

Hay un tren que viene de Namibia y Malawi
Hay un tren que viene de Zambia y Zimbabue,
Hay un tren que viene de Angola y Mozambique,
de Lesotho, de Bostuana, de Suazilandia,
del interior de África del sur y central.
Este tren lleva a jóvenes y viejos, hombres africanos
obligados a venir y a trabajar bajo contrato
en las minas de oro de Johanesburgo
y sus metrópolis circundantes, dieciséis horas o más al día
sin casi paga.
Abajo, abajo, profundo en las tripas de la tierra
cuando cavan y taladran esa piedra brillante poderosa evasiva,
o cuando sirven esa papilla mezcolanza de todo
en sus bandejas de hierro con pata de hierro.
O cuando se sientan sus barracones y hostales mugrientos,
Apestosos, llenos de pulgas.
Piensan en los suyos, a lo que puede que no vuelvan a ver
porque puede que se los hayan llevado ya a la fuerza
de donde les dejaron.
O asesinados sin razón al caer la noche
por lascivas saqueadoras bandas de quién sabe dónde,
nos dicen. Piensan en sus tierras, sus rebaños
que les han robado
a pistola, bomba, gas lacrimógeno y cañón.
Y cuando oyen ese tren chu-chu
siempre maldicen, maldicen al tren de carbón
el tren de carbón que les trajo a Johansesburgo.

Stimela [Coal Train] 

There is a train that comes from Namibia and Malawi
there is a train that comes from Zambia and Zimbabwe,
There is a train that comes from Angola and Mozambique,
From Lesotho, from Botswana, from Zwaziland,
From all the hinterland of Southern and Central Africa.
This train carries young and old, African men
Who are conscripted to come and work on contract
In the golden mineral mines of Johannesburg
And its surrounding metropolis, sixteen hours or more a day
For almost no pay.
Deep, deep, deep down in the belly of the earth
When they are digging and drilling that shiny mighty evasive stone,
Or when they dish that mish mesh mush food
into their iron plates with the iron shank.
Or when they sit in their stinking, funky, filthy,
Flea-ridden barracks and hostels.
They think about the loved ones they may never see again Because they might have already been forcibly removed
From where they last left them
Or wantonly murdered in the dead of night
By roving, marauding gangs of no particular origin,
We are told. they think about their lands, their herds
That were taken away from them
With a gun, bomb, teargas and the cannon.
And when they hear that Choo-Choo train
They always curse, curse the coal train,
The coal train that brought them to Johannesburg.

Hugh Masekela

Para oír la canción

sábado, 29 de abril de 2017

Yo, africano

Mi cuerpo es suave y mi piel brilla como una escultura de madera de ébano
Él me hizo a su divina semejanza
Me colocó en el valle del Gran Rift de Kenia...
Soy negro, bello, único e inasequible
Me colocó en el corazón de la gran cuenca del Congo
Soy firme y mágico
Me colocó en el Kalahari y los desiertos del Sáhara
Soy una maravilla y no tengo remordimientos
Me colocó a los pies del Monte Kilimajaro
Llamo la atención de los turistas
Me esconde en el Cuerno de África
me hace caminar del golfo de Guinea al Cabo de Buena Esperanza
Yo, africano

Me, African

My body is smooth and my skin shines like a sculpture made from ebony wood
He made me in his divine picture
He placed me in the Great Rift Valley of Kenya…
I am black, beautiful, rare and expensive
He placed me in the heart of central basin of the Congo
I’m stiff and magic
He placed me in the Kalahari and Sahara Deserts
I am a wonder and unapologetic
He placed me at the feet of Mount Kilimanjaro
I’m catchy to the eyes of tourists
He hides me in the Horn of Africa
makes me walk from the gulf of Guinea to the Cape of Good Hope
Me, African

by Francis Kayamba

martes, 18 de abril de 2017

El niño muerto de un disparo por soldados en Nyanga

El niño no está muerto
el niño levanta los puños contra su madre
que grita África grita el olor
a libertad y brezo
en los sitios del corazón bajo asedio

El niño levanta los puños contra su padre
en la marcha de las generaciones
que gritan África gritan el olor
de la justicia y la sangre
en las calles de su orgullo armado

El niño no está muerto
ni en Langa ni en Nyanga
ni en Orlando ni en Sharpeville
ni en la comisaría de Philippi
donde yace con una bala en la cabeza

El niño es la sombra de los soldados
en guardia con pistolas sarracenos y porras
el niño está presente en todas las reuniones y legislaciones
el niño se asoma a todas las ventanas de las casas y a los corazones de las madres
el niño que solo quería jugar al sol en Nyanga está en todas partes
el niño que se convirtió en hombre camina por toda África
el niño que se convirtió en gigante viaja por todo el mundo

sin un pase

Ingrid Jonker, Sudáfrica

The child who was shot dead by soldiers in Nyanga

By Ingrid Jonker, South Africa.

The child is not dead
the child raises his fists against his mother
who screams Africa screams the smell
of freedom and heather
in the locations of the heart under siege

The child raises his fists against his father
in the march of the generations
who scream Africa scream the smell
of justice and blood
in the streets of his armed pride

The child is not dead
neither at Langa nor at Nyanga
nor at Orlando nor at Sharpeville
nor at the police station in Philippi
where he lies with a bullet in his head

The child is the shadow of the soldiers
on guard with guns saracens and batons
the child is present at all meetings and legislations
the child peeps through the windows of houses and into the hearts of mothers
the child who just wanted to play in the sun at Nyanga is everywhere
the child who became a man treks through all of Africa
the child who became a giant travels through the whole world

Without a pass

Mandela lee el poema

domingo, 19 de marzo de 2017

En el puño de tu odio

En el puño de tu odio

Como un gusano me retuerzo en tu apretado puño
mientras intentas enmudecer mi voz
y mi mente con tu brutal apretón;
el temor acecha la casa de mi cerebro
y tus ojos rojos como la grana gritan sangre.

Tu apretón estrangula mi lengua
tus dedos rocían semillas de temor en mi mente
y brota como un furioso fuego en el bosque.
Has hecho que el temor me acompañe
encojo al mirar tus ojos sedientos de sangre.

Secretas alarmas abrasan mi cerebro
y me queman con una rabia salvaje
porque no voy a permitir que el temor se trague
mi respiración, mis sueños y mis esperanzas.
Mi oculto coraje serrará tu puño.

de Gwendoline C. Konie

In the Fist of your Hatred
By Gwendoline Konie
Read by Sam Kabange
 
Like a worm I writhe in your tight fist
As you try to smother my voice
And my mind with your brutal grip;
Fear stalks the house of my brain
As your pepper-red eyes shout blood.
 
Your grip strangles my tongue
Your fingers sprinkle seeds of fear in my mind
And it sprouts like a raging bush fire.
You have set up fear as my companion
And I cringe from your bloodshot eyes.
 
Secret alarm bells sear my brain
And leave me burning with a wild rage
For I will not let fear swallow
My breath, my dreams, and my hopes!
My hidden courage will saw off your fist.

jueves, 9 de marzo de 2017

Agradezco a Sonia Fernández Quicoces que me haya mencionado a mi blog y a mí en su entrada de "África no es un país", el blog de El País:
http://elpais.com/elpais/2017/03/07/africa_no_es_un_pais/1488927031_800765.html

jueves, 5 de enero de 2017

Amarga

Si me exprimieras y lavaras,
exprimieras y lavaras,
exprimieras y lavaras,
y yo formara espuma
una y otra vez,
como la hoja amarga
que dejas demasiado tiempo fuera y se marchita,
no me podrías exprimir
toda la amargura que tengo.

Bitter

If you were to squeeze me and wash,
squeeze me and wash,
squeeze me and wash,
and I foam,
again and again,
like bitter-leaf 
left out too long to wither,
you would not squeeze 
the bitterness out of me.

Ifi Amadiume, Nigeria.