domingo, 27 de septiembre de 2015

EL DISCURSO DE LA REINA

¿El uno para con el otro? Yo nací el mismo año que Ud. nació – 1926
y tantas cosas han pasado y, aun así, tan pocas - ¡Bobadas!
Soy un inmigrante. Siempre seré un inmigrante.
Camino como un inmigrante. Hablo como un inmigrante.
Soy un inmigrante de la cabeza a los pies.

Esta palabra Inmigrante, ¿sabes de dónde viene?
Tiene su origen en la palabra Migrar. Migrar.
Primero describía lo que hacen los pájaros.
¿Y son libres ellos? Soy un inmigrante como los pájaros.

Mira. Un chico me dijo que su chica le dijo,
Intenta alcanzar la copa del árbol y llegarás a la primera rama.
Pero intenta alcanzar las estrellas y llegarás a la copa del árbol.
Así que aquí está Gran Bretaña, esta bella tierra,  aquí el cielo
y aquí las estrellas.

¿Y si por un momento, por un día, intentáramos alcanzar las estrellas?
¿Y si desovillas tu corazón y nosotros el nuestro
y abres bien los brazos y nosotros los nuestros?
¿Y si por un momento, por una vez, por un día
lo alcanzamos todo y vamos más allá y decimos
con el poder de atraer el calor del sol,
deja. Déjalos que vengan. Deja. Déjalos que vengan.

Déjalos que vengan con sus baclava, su café y sus tés.
Como Moisés, nosotros iremos delante. Todos iremos delante.
Que traigan sus himnos y sus cuentas de rosario.
Que se pongan sus santos dorados en el cuello.
Que traigan su pena y su bondad, su kismet.
Que traigan sus historias y sus risas.
Que hablen de la Navidad y del Ramadán y del Hannukah.
Que repiquen las campanas de sus iglesias, que llame a la oración el muezzin.

Que el tañido de la cacofonía repique de veras y nos atraviese a todos.
Deja. Déjalos que vengan. Deja. Déjalos que vengan.

Que esparzan sus semillas y florezca la libertad.
Que hablen su propio idioma como nosotros hablamos el nuestro,
para que aprendan el idioma del tono y la confianza,
el bendito idioma del cuerpo y el rostro – nuestro idioma.
El idioma de la escucha. Porque estas cosas dicen más
que la torpeza de las palabras. Que vengan, os imploro.
Que compartamos las costumbres y que sea una costumbre compartir.
Que vengan como la bella lluvia dadora de vida.
Me pondré el yarmulke, que ellos se pongan el trapo.
Me pondré el talit, que ellos se pongan la cruz
de las iglesias, las mezquitas, las sinagogas,
que vengan en nombre de sus dioses.

Que vengan. Fuisteis vosotros los que los visitasteis. Vosotros.
Para quienes el sol nunca se ponía.
Descolonicemos nuestras mentes: vivid libres pero nunca olvidéis.
Vosotros, que peinasteis el mundo (¿para quién?) como una red de arrastre se sumerge
en las olas y lo barre todo y arremete y hace esclavos.
Fuisteis vosotros los que contasteis el botín y arrojasteis el resto por la borda.
Dominando las olas en verdad por las armas por Dios por la espada.

Estas ciudades británicas prosperan hoy con el flujo monetario de entonces
o sea que dirijámonos a la corriente, la fuerte fuerte corriente, sí.
No sea que nos quedemos como estamos, con las manos congeladas ante las pistolas
en las playas, en este sol de otoño al rojo vivo:
como un reino estupefacto.
Que los nudos de la historia se deshagan.

No sea que nos quedemos como estamos, con las manos congeladas ante las pistolas
en las playas, en este sol de otoño al rojo vivo:
como un reino estupefacto.
Que los nudos de la historia se deshagan.
Que vuestro pueblo termine lo que vuestro pueblo empezó.
Abramos nuestros brazos como lo hicieron ellos. Déjalos que vengan.

LEMN SISSAY MBE. Etíope-británico.

Si quieres escuchar el poema en la voz del poeta: http://badilishapoetry.com/lemn-sissay/

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