EL DISCURSO DE
LA REINA
¿El uno para con
el otro? Yo nací el mismo año que Ud. nació – 1926
y tantas cosas
han pasado y, aun así, tan pocas - ¡Bobadas!
Soy un
inmigrante. Siempre seré un inmigrante.
Camino como un
inmigrante. Hablo como un inmigrante.
Soy un inmigrante
de la cabeza a los pies.
Esta palabra
Inmigrante, ¿sabes de dónde viene?
Tiene su origen
en la palabra Migrar. Migrar.
Primero describía
lo que hacen los pájaros.
¿Y son libres
ellos? Soy un inmigrante como los pájaros.
Mira. Un chico me
dijo que su chica le dijo,
Intenta alcanzar
la copa del árbol y llegarás a la primera rama.
Pero intenta
alcanzar las estrellas y llegarás a la copa del árbol.
Así que aquí está
Gran Bretaña, esta bella tierra, aquí el
cielo
y aquí las
estrellas.
¿Y si por un
momento, por un día, intentáramos alcanzar las estrellas?
¿Y si desovillas
tu corazón y nosotros el nuestro
y abres bien los
brazos y nosotros los nuestros?
¿Y si por un
momento, por una vez, por un día
lo alcanzamos
todo y vamos más allá y decimos
con el poder de
atraer el calor del sol,
deja. Déjalos que
vengan. Deja. Déjalos que vengan.
Déjalos que
vengan con sus baclava, su café y sus tés.
Como Moisés,
nosotros iremos delante. Todos iremos delante.
Que traigan sus
himnos y sus cuentas de rosario.
Que se pongan sus
santos dorados en el cuello.
Que traigan su
pena y su bondad, su kismet.
Que traigan sus
historias y sus risas.
Que hablen de la
Navidad y del Ramadán y del Hannukah.
Que repiquen las
campanas de sus iglesias, que llame a la oración el muezzin.
Que el tañido de la
cacofonía repique de veras y nos atraviese a todos.
Deja. Déjalos que
vengan. Deja. Déjalos que vengan.
Que esparzan sus
semillas y florezca la libertad.
Que hablen su
propio idioma como nosotros hablamos el nuestro,
para que aprendan
el idioma del tono y la confianza,
el bendito idioma
del cuerpo y el rostro – nuestro idioma.
El idioma de la
escucha. Porque estas cosas dicen más
que la torpeza de
las palabras. Que vengan, os imploro.
Que compartamos
las costumbres y que sea una costumbre compartir.
Que vengan como
la bella lluvia dadora de vida.
Me pondré el
yarmulke, que ellos se pongan el trapo.
Me pondré el
talit, que ellos se pongan la cruz
de las iglesias,
las mezquitas, las sinagogas,
que vengan en
nombre de sus dioses.
Que vengan.
Fuisteis vosotros los que los visitasteis. Vosotros.
Para quienes el
sol nunca se ponía.
Descolonicemos
nuestras mentes: vivid libres pero nunca olvidéis.
Vosotros, que
peinasteis el mundo (¿para quién?) como una red de arrastre se sumerge
en las olas y lo
barre todo y arremete y hace esclavos.
Fuisteis vosotros
los que contasteis el botín y arrojasteis el resto por la borda.
Dominando las
olas en verdad por las armas por Dios por la espada.
Estas ciudades
británicas prosperan hoy con el flujo monetario de entonces
o sea que
dirijámonos a la corriente, la fuerte fuerte corriente, sí.
No sea que nos
quedemos como estamos, con las manos congeladas ante las pistolas
en las playas, en
este sol de otoño al rojo vivo:
como un reino
estupefacto.
Que los nudos de
la historia se deshagan.
No sea que nos
quedemos como estamos, con las manos congeladas ante las pistolas
en las playas, en
este sol de otoño al rojo vivo:
como un reino
estupefacto.
Que los nudos de
la historia se deshagan.
Que vuestro
pueblo termine lo que vuestro pueblo empezó.
Abramos nuestros
brazos como lo hicieron ellos. Déjalos que vengan.
LEMN SISSAY MBE. Etíope-británico.
Si quieres escuchar el poema en la voz del poeta: http://badilishapoetry.com/lemn-sissay/
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