martes, 22 de diciembre de 2015
sábado, 19 de diciembre de 2015
CIUDAD DE JOHANNESBURGO
Mongane Wally Serote
Así te saludo:
mi mano late en el bolsillo trasero del pantalón
o en el bolsillo interior de la chaqueta
buscando mi pase, mi vida,
ciudad de Johannesburgo.
Mi mano, como una serpiente hambrienta, registra mis bolsillos
buscando, frenética, mi fina cartera, tan delgada,
mientras mi estómago gime una amistosa sonrisa al hambre,
ciudad de Johannesburgo.
Mi estómago también devora monedas y papeles,
¿sabes?
Ciudad de Johannesburgo, te saludo:
cuando salgo corriendo, o me dirijo a ti en el autobús rugiente,
dejo tras de mí, a mi amor,
mis casas y mi cómica gente, mis chabolas y mis remolinos de polvo,
mi muerte,
que está más ligada a mí que el parpadeo al ojo.
Ciudad de Johannesburgo,
viajo por tus robóticas carreteras en blanco y negro
por el grueso aliento de hierro que inhalas
a las seis de la mañana y exhalas desde las cinco de la tarde.
Ciudad de Johannesburgo,
esa es la hora a la vengo a ti,
cuando tus flores de neón se pavonean desde tu viento eléctrico,
esa es la hora cuando te dejo,
cuando tus flores de neón se pavonean en su camino por la creciente oscuridad
sobre tus árboles de cemento.
Y al volver a donde está mi amor,
mi chabola, mi polvo, mi gente, mi muerte,
cuando la muerte acecha en la oscuridad como una cuchilla en la carne,
puedo sentir tus raíces, anclando tu poder, mi debilidad
en mi carne, en mi mente, en mi sangre,
y todo lo referente a ti lo dice,
eso, eso es lo único que necesitas de mí.
Ciudad de Johannesburgo, Johannesburgo,
escucha cuando te digo,
que no hay nada, nada de diversión
cuando dejas a mujeres y hombres con esas expresiones congeladas,
expresiones que tienen lágrimas como surcos en la erosión del suelo,
Johannesburgo, eres más seca que la muerte,
ciudad de Johannesburgo, Johannesburgo, ciudad de Johannesburgo.
CITY JOHANNESBURG
Mongane Wally Serote
This way I salute you:
My hand pulses to my back trousers pocket
Or into my inner jacket pocket
For my pass, my life,
Jo'burg City.
My hand like a starved snake rears my pockets
For my thin, ever lean wallet,
While my stomach groans a friendly smile to hunger,
Jo'burg City.
My stomach also devours coppers and papers
Don't you know?
Jo'burg City, I salute you;
When I run out, or roar in a bus to you,
I leave behind me, my love,
My comic houses and people, my dongas and my ever-whirling dust,
My death,
That's so related to me as a wink to the eye.
Jo'burg City
I travel on your black and white and roboted roads,
Through your thick iron breath that you inhale
At six in the morning and exhale from five noon.
Jo'burg City
That is the time when I come to you,
When your neon flowers flaunt from your electrical wind,
That is the time when I leave you,
When your neon flowers flaunt their way through the falling darkness
On your cement trees.
And as I go back, to my love,
My dongas, my dust, my people, my death,
Where death lurks in the dark like a blade in the flesh,
I can feel your roots, anchoring your might, my feebleness
In my flesh, in my mind, in my blood,
And everything about you says it,
That, that is all you need of me.
Jo'burg City, Johannesburg,
Listen when I tell you,
There is no fun, nothing, in it,
When you leave the women and men with such frozen expressions,
Expressions that have tears like furrows of soil erosion,
Jo'burg City, you are dry like death,
Jo'burg City, Johannesburg, Jo'burg City.
De "Ten South frican Poets", Carcanet, Manchester, 1999 (p. 49).
Mongane Wally Serote
Así te saludo:
mi mano late en el bolsillo trasero del pantalón
o en el bolsillo interior de la chaqueta
buscando mi pase, mi vida,
ciudad de Johannesburgo.
Mi mano, como una serpiente hambrienta, registra mis bolsillos
buscando, frenética, mi fina cartera, tan delgada,
mientras mi estómago gime una amistosa sonrisa al hambre,
ciudad de Johannesburgo.
Mi estómago también devora monedas y papeles,
¿sabes?
Ciudad de Johannesburgo, te saludo:
cuando salgo corriendo, o me dirijo a ti en el autobús rugiente,
dejo tras de mí, a mi amor,
mis casas y mi cómica gente, mis chabolas y mis remolinos de polvo,
mi muerte,
que está más ligada a mí que el parpadeo al ojo.
Ciudad de Johannesburgo,
viajo por tus robóticas carreteras en blanco y negro
por el grueso aliento de hierro que inhalas
a las seis de la mañana y exhalas desde las cinco de la tarde.
Ciudad de Johannesburgo,
esa es la hora a la vengo a ti,
cuando tus flores de neón se pavonean desde tu viento eléctrico,
esa es la hora cuando te dejo,
cuando tus flores de neón se pavonean en su camino por la creciente oscuridad
sobre tus árboles de cemento.
Y al volver a donde está mi amor,
mi chabola, mi polvo, mi gente, mi muerte,
cuando la muerte acecha en la oscuridad como una cuchilla en la carne,
puedo sentir tus raíces, anclando tu poder, mi debilidad
en mi carne, en mi mente, en mi sangre,
y todo lo referente a ti lo dice,
eso, eso es lo único que necesitas de mí.
Ciudad de Johannesburgo, Johannesburgo,
escucha cuando te digo,
que no hay nada, nada de diversión
cuando dejas a mujeres y hombres con esas expresiones congeladas,
expresiones que tienen lágrimas como surcos en la erosión del suelo,
Johannesburgo, eres más seca que la muerte,
ciudad de Johannesburgo, Johannesburgo, ciudad de Johannesburgo.
CITY JOHANNESBURG
Mongane Wally Serote
This way I salute you:
My hand pulses to my back trousers pocket
Or into my inner jacket pocket
For my pass, my life,
Jo'burg City.
My hand like a starved snake rears my pockets
For my thin, ever lean wallet,
While my stomach groans a friendly smile to hunger,
Jo'burg City.
My stomach also devours coppers and papers
Don't you know?
Jo'burg City, I salute you;
When I run out, or roar in a bus to you,
I leave behind me, my love,
My comic houses and people, my dongas and my ever-whirling dust,
My death,
That's so related to me as a wink to the eye.
Jo'burg City
I travel on your black and white and roboted roads,
Through your thick iron breath that you inhale
At six in the morning and exhale from five noon.
Jo'burg City
That is the time when I come to you,
When your neon flowers flaunt from your electrical wind,
That is the time when I leave you,
When your neon flowers flaunt their way through the falling darkness
On your cement trees.
And as I go back, to my love,
My dongas, my dust, my people, my death,
Where death lurks in the dark like a blade in the flesh,
I can feel your roots, anchoring your might, my feebleness
In my flesh, in my mind, in my blood,
And everything about you says it,
That, that is all you need of me.
Jo'burg City, Johannesburg,
Listen when I tell you,
There is no fun, nothing, in it,
When you leave the women and men with such frozen expressions,
Expressions that have tears like furrows of soil erosion,
Jo'burg City, you are dry like death,
Jo'burg City, Johannesburg, Jo'burg City.
De "Ten South frican Poets", Carcanet, Manchester, 1999 (p. 49).
martes, 8 de diciembre de 2015
Lo que es el amor
Nací en una sociedad que decidió utilizar niños
como soldados. En vez de llevar pañales, llevábamos camuflaje. En vez de biberones,
nos pusieron una pistola en la mano, y nos hicieron creer que éramos un
ejército en avance. Solo con diez años, queríamos negarnos, pero no teníamos a
dónde ir. En su mente, no es esta la vida a la que estaba destinado. Solo
quería ser… libre. Mi confianza en el mundo es cada vez menor porque se nos
recuerda constantemente en qué nos hemos convertido. Fingen que predican amor,
pero todo es odio, rápidos en culpar a la religión y hablan de cambiar.
Nuestros egoístas caminos nos han conducido a la tumba. Pero si vas al cielo
antes que yo, di a todos los niños soldado: “La tierra por la que luchasteis es
libre al fin. Y deberíais llevar la cabeza bien alta, porque luchasteis por mí.”
Me dicen que tengo suerte, que podría haber sido un niño soldado. Podría haber
muerto. Pero estoy vivo todavía. Ves, Dios no comete errores. Tengo la gran
suerte de testificar porque sé lo que es el odio. Son balas cargadas en una
pistola apuntando a los niños, y lo llaman venganza. Sé lo que es el odio. Son
bombas cayendo sobre los civiles y las madres inocentes que intentan salvarse
protegiendo a sus hijos. Sé lo que es el odio. Es genocidio justificado. Una
montaña de cuerpos en una fosa común mientras el mundo mira para otro lado. Sé lo
que es el odio. Pero hoy, otro es el objetivo. Mirándote, sé lo que es el amor.
Está en la amplitud de un apretón de manos cuando somos amigos y no enemigos.
Nosotros… somos el amor.
Este poema se entiende mucho mejor si se escucha a su autor, Abe Nouk, rapeándolo:
domingo, 29 de noviembre de 2015
HOME
Nadie deja su casa a menos que el hogar sea la boca de un tiburón sólo corres hacia la frontera cuando ves toda la ciudad corriendo también tus vecinos corriendo más rápido que tú el aliento sangriento en sus gargantas el muchacho que fue a la escuela contigo, el que te besó detrás de la antigua fábrica de estaño está sosteniendo un arma más grande que su cuerpo sólo sales de tu casa cuando el hogar ya no te aloja. Nadie se va a menos que su hogar le persiga con fuego bajo los pies sangre caliente en su vientre es algo que nunca has pensado hacer hasta que la hoja de acero amenaza tu cuello y aun entonces llevas el himno bajo tu aliento solo rasgando tu pasaporte en un baño de aeropuerto llorando con cada bocado de papel que te asegura que no regresarás.
Tienes que entender que nadie pone sus hijos en un barco a menos que el agua sea más segura que la tierra que nadie se quema las manos bajo los trenes debajo de carros que nadie pasa días y noches en el estómago de un camión alimentándose con periódicos a menos que las millas recorridas signifiquen algo más que el viaje.
Nadie deja su casa a menos que el hogar sea la boca de un tiburón sólo corres hacia la frontera cuando ves toda la ciudad corriendo también tus vecinos corriendo más rápido que tú el aliento sangriento en sus gargantas el muchacho que fue a la escuela contigo, el que te besó detrás de la antigua fábrica de estaño está sosteniendo un arma más grande que su cuerpo sólo sales de tu casa cuando el hogar ya no te aloja. Nadie se va a menos que su hogar le persiga con fuego bajo los pies sangre caliente en su vientre es algo que nunca has pensado hacer hasta que la hoja de acero amenaza tu cuello y aun entonces llevas el himno bajo tu aliento solo rasgando tu pasaporte en un baño de aeropuerto llorando con cada bocado de papel que te asegura que no regresarás.
Tienes que entender que nadie pone sus hijos en un barco a menos que el agua sea más segura que la tierra que nadie se quema las manos bajo los trenes debajo de carros que nadie pasa días y noches en el estómago de un camión alimentándose con periódicos a menos que las millas recorridas signifiquen algo más que el viaje.
Nadie se arrastra bajo cercas nadie quiere ser golpeado
escupido nadie elige los campos de refugiados o búsquedas de comida donde el
cuerpo queda dolorido o en la cárcel, porque la prisión es más segura que una
ciudad de fuego y un guardia de la prisión en la noche es mejor que un camión
cargado de hombres que lucen como tu padre. Nadie puede soportarlo nadie podría
digerirlo ninguna piel sería lo suficientemente fuerte.
El váyanse a sus casas negros refugiados sucios inmigrantes, solicitantes de asilo dejando secos a nuestros países, negros con sus manos pedigüeñas. Ellos huelen extraño, salvajes arruinaron su país y ahora quieren arruinar el nuestro cómo hacen las palabras las miradas sucias ruedan sobre sus espaldas tal vez porque el golpe es más suave que un miembro cortado o las palabras son más tiernas que los catorce hombres entre tus piernas o los insultos son más fáciles de tragar que los escombros que el hueso que el cuerpo de tu niño en pedazos.
Quiero ir a casa, pero mi hogar es la boca de un tiburón hogar es el cañón de la pistola y nadie querría salir de casa a menos que la casa te persiga hasta la orilla a menos que la casa te diga que aceleres tus piernas dejes la ropa detrás que avances cuerpo a tierra a través del desierto vadees atravieses los océanos te ahogues te salves estés hambriento, pide limosna olvídate del orgullo la supervivencia es más importante.
Nadie sale de casa hasta que el hogar es una voz sudorosa en tu oído diciendo: -vete, corre lejos de mí ahora.
No sé en lo que me he convertido pero sé que cualquier lugar es más seguro que aquí.
El váyanse a sus casas negros refugiados sucios inmigrantes, solicitantes de asilo dejando secos a nuestros países, negros con sus manos pedigüeñas. Ellos huelen extraño, salvajes arruinaron su país y ahora quieren arruinar el nuestro cómo hacen las palabras las miradas sucias ruedan sobre sus espaldas tal vez porque el golpe es más suave que un miembro cortado o las palabras son más tiernas que los catorce hombres entre tus piernas o los insultos son más fáciles de tragar que los escombros que el hueso que el cuerpo de tu niño en pedazos.
Quiero ir a casa, pero mi hogar es la boca de un tiburón hogar es el cañón de la pistola y nadie querría salir de casa a menos que la casa te persiga hasta la orilla a menos que la casa te diga que aceleres tus piernas dejes la ropa detrás que avances cuerpo a tierra a través del desierto vadees atravieses los océanos te ahogues te salves estés hambriento, pide limosna olvídate del orgullo la supervivencia es más importante.
Nadie sale de casa hasta que el hogar es una voz sudorosa en tu oído diciendo: -vete, corre lejos de mí ahora.
No sé en lo que me he convertido pero sé que cualquier lugar es más seguro que aquí.
Warsan Shire, poeta somalí
Para escuchar a la poeta:
martes, 24 de noviembre de 2015
Alguien
Necesito a alguien que no sepa mi nombre.
Alguien que no haya aprendido el léxico de estas artes oscuras y decadentes, que no haya consultado el glosario de este libro maltrecho, que no haya estudiado bajo las manos de un maestro.
Alguien que no haya imaginado la acogida de mi sonrisa, que no haya previsto el peligro en mis ojos, que no haya escuchado la expectativa en mi voz.
Alguien que no presuma de entenderme, que no piensa que me conoce, que no considera que tiene la llave para abrir mi corazón.
Necesito a alguien que no haya leído minuciosamente durante horas sobre las arcanas y elementales reglas de mi juego siempre favorito.
Necesito alguien que sólo conozca el deseo, el hambre, el dolor y lleva el amor en su alma.
Sobre todo necesito a alguien que pueda hacerme olvidar por completo quien soy
Porque estoy tan aburrido y cansado.
Y tan agotado de mí mismo.
Ignatius Seymour Andrea O’tam
@MrMake_HerSmil
viernes, 13 de noviembre de 2015
La canción de Lawino (extracto)
El estómago parece ser
una fuerza poderosa
para unir a los partidos políticos,
especialmente cuando el billetero
del bolsillo del pantalón
lleva solo monedas
con un agujero en el medio,
y ningún billete púrpura
ha visto tu bolsillo;
y especialmente para aquellos que
nunca han probado la miel desde la infancia,
y aquellos que crecieron
sin padre ni madre,
y los que no tienen trabajo seguro.
Los hombres de corazones débiles,
los hombres de ojos débiles y rudos
que son demasiado tímidos para contar las mayores mentiras,
que tienen miedo
de repetirlas en presencia
de sus madres y niños,
repetir las vacías mentiras
ante sus mujeres
y ante las madres de sus mujeres,
estos hombres blandengues
deberían quedarse en casa.
Okot P'Bitek, ugandés. Sobre los políticos ugandeses, ¡que parecen ser como todos lo políticos del mundo!
El estómago parece ser
una fuerza poderosa
para unir a los partidos políticos,
especialmente cuando el billetero
del bolsillo del pantalón
lleva solo monedas
con un agujero en el medio,
y ningún billete púrpura
ha visto tu bolsillo;
y especialmente para aquellos que
nunca han probado la miel desde la infancia,
y aquellos que crecieron
sin padre ni madre,
y los que no tienen trabajo seguro.
Los hombres de corazones débiles,
los hombres de ojos débiles y rudos
que son demasiado tímidos para contar las mayores mentiras,
que tienen miedo
de repetirlas en presencia
de sus madres y niños,
repetir las vacías mentiras
ante sus mujeres
y ante las madres de sus mujeres,
estos hombres blandengues
deberían quedarse en casa.
Okot P'Bitek, ugandés. Sobre los políticos ugandeses, ¡que parecen ser como todos lo políticos del mundo!
sábado, 31 de octubre de 2015
Se me quiseres conhecer
Se me quiseres conhecer,
Estuda com olhos de bem ver
Esse pedaço de pau preto
Que um desconhecido irmão maconde
De mãos inspiradas
Talhou e trabalhou em terras distantes lá do norte.
Ah! Essa sou eu:
órbitas vazias no desespero de possuir a vida
boca rasgada em ferida de angustia,
mãos enorme, espalmadas,
erguendo-se em jeito de quem implora e ameaça,
corpo tatuado feridas visíveis e invisíveis
pelos duros chicotes da escravatura...
torturada e magnífica
altiva e mística,
africa da cabeça aos pés,
– Ah, essa sou eu!
Se quiseres compreender-me
Vem debruçar-te sobre a minha alma de africa,
Nos gemidos dos negros no cais
Nos batuques frenéticos do muchopes
Na rebeldia dos machanganas
Na estranha melodia se evolando
Duma canção nativa noite dentro
E nada mais me perguntes,
Se é que me queres conhecer...
Que não sou mais que um búzio de carne
Onde a revolta de africa congelou
Seu grito inchado de esperança.
Si me quisieras conocer
Si me quisieras conocer,
estudia con ojos de ver
ese trozo de palo-negro
que un desconocido hermano maconde
con manos inspiradas
talló y trabajó
en tierras distantes allá en el Norte.
Ah! Esa soy yo:
órbitas vacías en la desesperación
de perseguir la vida
boca rasgada y herida de angustia
manos enormes, agrietadas,
irguiéndose como quien implora y amenaza,
cuerpo tatuado de heridas visibles e invisibles
por los duros azotes de la esclavitud...
torturada y magnífica
altiva y mística,
africana de la cabeza a los pies.
Ah! Esa soy yo.
Si quisieras comprenderme
ven e inclínate sobre mi alma de africana,
en los gemidos de los negros,
en los batuques frenéticos de los muchopes,
en la rebeldía de los machanganas,
en la extraña melodía que vuela
de una canción nacida de la noche.
Y no me preguntes nada más
si es que me quieres conocer…
no soy más que un caracol de carne
donde la insurrección de África congeló
su grito lleno de esperanza.
Noemi de Sousa, de Mozambique.
domingo, 25 de octubre de 2015
CÁNTICO
Yo no quiero ser poeta
para cantar a África.
Yo no quiero ser poeta
para glosar lo negro.
Yo no quiero ser poeta así.
El poeta no es cantor de bellezas.
El poeta no luce la brillante piel negra.
El poeta, este poeta no tiene voz
para andares ondulantes de hermosas damas
de pelos rizados y caderas redondas.
El poeta llora su tierra
inmensa y pequeña
dura y frágil
dura y frágil
luminosa y oscura
rica y pobre.
Este poeta tiene su mano atada
a las cadenas que atan a su gente.
Este poeta no siente nostalgia
de glorias pasadas.
Yo no canto al sexo exultante
que huele a jardín de rosas.
Yo no adoro labios gruesos
que saben a mango fresco.
Yo pienso en la mujer encorvada
bajo su cesto cargado de leña
con un niño chupando la teta vacía.
Yo describo la triste historia
de un mundo poblado de blancos
negros
rojos y
amarillos
que saltan de charca en charca
sin hablarse ni mirarse.
El poeta llora a los muertos
que matan manos negras
en nombre de la Negritud.
Yo canto con mi pueblo
una vida pasada bajo el cacaotero
para que ellos merienden cho-co-la-te.
Si su pueblo está triste,
el poeta está triste.
Yo no soy poeta por voluntad divina.
El poeta es poeta por voluntad humana.
Yo no quiero la poesía
que sólo deleita los oídos de los poetas.
Yo no quiero la poesía
que se lee en noches de vino tinto
y mujeres embelesadas.
Poesía, sí.
Poetas, sí.
Pero que sepan lo que es el hombre
y por qué sufre el hombre
y por qué gime el hombre.
Poetas, sí.
Pero que sepan lo que es el hombre
y por qué sufre el hombre
y por qué gime el hombre.
DONATO NDONGO-BIDYOGO, GUINEA ECUATORIAL
lunes, 19 de octubre de 2015
sábado, 17 de octubre de 2015
EL DÍA QUE PLANTAMOS A PADRE
En abril lo plantamos
en un atardecer fresco y tranquilo
que se balanceaba al borde
de una profunda y oscura eternidad
Las profundas y oscuras entrañas
suavizadas por los aguaceros de abril
(regeneradores, rejuvenecedores)
se abrieron, se lo tragaron
mientras, valientes, cantábamos
y no llorábamos, al menos no entonces
La tierra herida, perturbada y sombría
caía a golpes secos sobre la tapa del ataúd
las duras palas oscilaban despreocupadas
las mujeres aullaban mientras nosotros
valientes, no llorábamos, encendíamos velas
y cantábamos versos comprensivos a
Dios que nos ama y necesitaba a nuestro padre
más que nosotros
Al tercer día,
Padre, como no era Jesús,
no se levantó. Así que ellos
torpemente amortiguaron su pena
en plumas de comida y bebida
¡Cómo le habría disgustado esto a Padre!
Atrapados en la eternidad
de la suave tierra-carne
los tenaces huesos
mientras nosotros, atrapados en la vida
hacíamos luto con rabia impotente
mientras su vida y su memoria
se escurría entre nuestros desesperados dedos -
vestidos con su ropa -
Era abril cuando le plantamos
pero no floreció.
Rosemary Ekosso, de Camerún.
En abril lo plantamos
en un atardecer fresco y tranquilo
que se balanceaba al borde
de una profunda y oscura eternidad
Las profundas y oscuras entrañas
suavizadas por los aguaceros de abril
(regeneradores, rejuvenecedores)
se abrieron, se lo tragaron
mientras, valientes, cantábamos
y no llorábamos, al menos no entonces
La tierra herida, perturbada y sombría
caía a golpes secos sobre la tapa del ataúd
las duras palas oscilaban despreocupadas
las mujeres aullaban mientras nosotros
valientes, no llorábamos, encendíamos velas
y cantábamos versos comprensivos a
Dios que nos ama y necesitaba a nuestro padre
más que nosotros
Al tercer día,
Padre, como no era Jesús,
no se levantó. Así que ellos
torpemente amortiguaron su pena
en plumas de comida y bebida
¡Cómo le habría disgustado esto a Padre!
Atrapados en la eternidad
de la suave tierra-carne
los tenaces huesos
mientras nosotros, atrapados en la vida
hacíamos luto con rabia impotente
mientras su vida y su memoria
se escurría entre nuestros desesperados dedos -
vestidos con su ropa -
Era abril cuando le plantamos
pero no floreció.
Rosemary Ekosso, de Camerún.
sábado, 10 de octubre de 2015
LA TRIBU DE LOS BOSQUES
Anoche retuve a mi hija en el suelo
extendí sus miembros por el bosque
la acosté allí para descansar
exprimí frutos del bosque en su boca
y dejé que me chupara los nudillos.
entregué mi hija a un hombre,
ofrenda que me tensó el estómago
de deseo, él extendió los miembros de ella
por el pueblo,
yo rezaba para que ella sintiera algo,
retorcida bajo él como
las mujeres al otro lado de la frontera,
intenté oír su gemido,
pero no oí nada.
mi propio marido entra como una marea
en la humedad de otra mujer
mi lecho marital es un hoyuelo
por el que demoro mi lengua, mi cuerpo nunca ha sentido
el calor, mi espalda nunca se ha arqueado.
anoche entregué mi hija a una barca
puse mis oraciones en la palma de sus manos y
le dije que acallara las lágrimas
las mujeres como nosotras no nos podemos permitir
ser débiles
y mi deseo es diferente al de mi nieta.
mi hija maldecirá mi nombre en un hospital extranjero
donde su débil cuerpo embarazado
será inspeccionado por un médico de labios duros
que preguntará "¿qué le ha pasado a esta mujer?"
dile que tu madre lo tomó
una tribu de mujeres la tribu de los bosques
un filo afilado el hacha
el folklore como religión
pero dile que tu madre no tenía mala intención
y prométeme
que enseñarás a mi nieta
que el deseo no es una vergüenza.
(Poema contra la Mutilación Genital Femenina)
Warsan Shire, somalí
Para escucharla: http://badilishapoetry.com/warsan-shire/
Anoche retuve a mi hija en el suelo
extendí sus miembros por el bosque
la acosté allí para descansar
exprimí frutos del bosque en su boca
y dejé que me chupara los nudillos.
entregué mi hija a un hombre,
ofrenda que me tensó el estómago
de deseo, él extendió los miembros de ella
por el pueblo,
yo rezaba para que ella sintiera algo,
retorcida bajo él como
las mujeres al otro lado de la frontera,
intenté oír su gemido,
pero no oí nada.
mi propio marido entra como una marea
en la humedad de otra mujer
mi lecho marital es un hoyuelo
por el que demoro mi lengua, mi cuerpo nunca ha sentido
el calor, mi espalda nunca se ha arqueado.
anoche entregué mi hija a una barca
puse mis oraciones en la palma de sus manos y
le dije que acallara las lágrimas
las mujeres como nosotras no nos podemos permitir
ser débiles
y mi deseo es diferente al de mi nieta.
mi hija maldecirá mi nombre en un hospital extranjero
donde su débil cuerpo embarazado
será inspeccionado por un médico de labios duros
que preguntará "¿qué le ha pasado a esta mujer?"
dile que tu madre lo tomó
una tribu de mujeres la tribu de los bosques
un filo afilado el hacha
el folklore como religión
pero dile que tu madre no tenía mala intención
y prométeme
que enseñarás a mi nieta
que el deseo no es una vergüenza.
(Poema contra la Mutilación Genital Femenina)
Warsan Shire, somalí
Para escucharla: http://badilishapoetry.com/warsan-shire/
EL ELEFANTE AFRICANO
Escuchen,
escuchen el toque que anuncia
al elefante africano,
tetrarca de la jungla
Observen cuán lento, majestuoso,
avanzan las patas
de las matriarcas, las crías y su macho
mientras enfilan hacia el abrevadero.
Observen qué ternura de la madre por su infante
montando guardia para dejarlo beber hasta saciarse,
revolcándose juntos
en el protector y glorioso cieno,
señalando luego la vía de vuelta
a la rutina cotidiana
de reducir la selva tropical a sabana.
Observen la plegable trompa multipropósito:
su herramienta de cavar
y cuchillo cosechero,
su conducto de agua y arma de batalla,
su órgano para oler y para agarrar el mundo.
Ponderen entonces la paradójica maldición de sus colmillos gemelos:
desde tiempo inmemorial substancia de ornamentos inmortales.
Aun desde la aurora del saqueo imperial de África
para exportar almas humanas - marfil -
la maldición del elefante africano -
para proveer culturas exóticas
de teclas de piano y bolas de billar.
Timothy Mangusa, Uganda.
Puedes escuchar al autor en: http://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Multimedia/wangusa.htm
Escuchen,
escuchen el toque que anuncia
al elefante africano,
tetrarca de la jungla
Observen cuán lento, majestuoso,
avanzan las patas
de las matriarcas, las crías y su macho
mientras enfilan hacia el abrevadero.
Observen qué ternura de la madre por su infante
montando guardia para dejarlo beber hasta saciarse,
revolcándose juntos
en el protector y glorioso cieno,
señalando luego la vía de vuelta
a la rutina cotidiana
de reducir la selva tropical a sabana.
Observen la plegable trompa multipropósito:
su herramienta de cavar
y cuchillo cosechero,
su conducto de agua y arma de batalla,
su órgano para oler y para agarrar el mundo.
Ponderen entonces la paradójica maldición de sus colmillos gemelos:
desde tiempo inmemorial substancia de ornamentos inmortales.
Aun desde la aurora del saqueo imperial de África
para exportar almas humanas - marfil -
la maldición del elefante africano -
para proveer culturas exóticas
de teclas de piano y bolas de billar.
Timothy Mangusa, Uganda.
Puedes escuchar al autor en: http://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Multimedia/wangusa.htm
domingo, 4 de octubre de 2015
DAMA DE LA MAÑANA
No recuerdo su rostro
pero la cicatriz de su mejilla
me sigue a todas partes.
Como las fronteras coloniales,
no tenía ningún sentido.
No vio mi rostro ni quiso verlo.
Habían colocado su cuerpo,
como África, sobre una mesa.
Desnuda por la pobreza,
le habían robado la lengua.
Su nombre podía ser Arrah, Bih o ninguno.
Ella abrió todo un pozo de diamantes.
Yo intenté apropiármelo todo,
tan solo dejé el sudor, los plañidos, la cultura, el lenguaje y yo qué sé qué más.
No era una mujer nocturna,
era una dama de la mañana,
la cara lavada,
la cicatriz maquillada.
Estaba preparada para otro
reparto de África.
Joyce Ashuntantang, de Camerún.
Podéis escuchar el poema recitado por la autora en: https://www.youtube.com/watch?v=He1xy59cApg
No recuerdo su rostro
pero la cicatriz de su mejilla
me sigue a todas partes.
Como las fronteras coloniales,
no tenía ningún sentido.
No vio mi rostro ni quiso verlo.
Habían colocado su cuerpo,
como África, sobre una mesa.
Desnuda por la pobreza,
le habían robado la lengua.
Su nombre podía ser Arrah, Bih o ninguno.
Ella abrió todo un pozo de diamantes.
Yo intenté apropiármelo todo,
tan solo dejé el sudor, los plañidos, la cultura, el lenguaje y yo qué sé qué más.
No era una mujer nocturna,
era una dama de la mañana,
la cara lavada,
la cicatriz maquillada.
Estaba preparada para otro
reparto de África.
Joyce Ashuntantang, de Camerún.
Podéis escuchar el poema recitado por la autora en: https://www.youtube.com/watch?v=He1xy59cApg
domingo, 27 de septiembre de 2015
EL DISCURSO DE
LA REINA
¿El uno para con
el otro? Yo nací el mismo año que Ud. nació – 1926
y tantas cosas
han pasado y, aun así, tan pocas - ¡Bobadas!
Soy un
inmigrante. Siempre seré un inmigrante.
Camino como un
inmigrante. Hablo como un inmigrante.
Soy un inmigrante
de la cabeza a los pies.
Esta palabra
Inmigrante, ¿sabes de dónde viene?
Tiene su origen
en la palabra Migrar. Migrar.
Primero describía
lo que hacen los pájaros.
¿Y son libres
ellos? Soy un inmigrante como los pájaros.
Mira. Un chico me
dijo que su chica le dijo,
Intenta alcanzar
la copa del árbol y llegarás a la primera rama.
Pero intenta
alcanzar las estrellas y llegarás a la copa del árbol.
Así que aquí está
Gran Bretaña, esta bella tierra, aquí el
cielo
y aquí las
estrellas.
¿Y si por un
momento, por un día, intentáramos alcanzar las estrellas?
¿Y si desovillas
tu corazón y nosotros el nuestro
y abres bien los
brazos y nosotros los nuestros?
¿Y si por un
momento, por una vez, por un día
lo alcanzamos
todo y vamos más allá y decimos
con el poder de
atraer el calor del sol,
deja. Déjalos que
vengan. Deja. Déjalos que vengan.
Déjalos que
vengan con sus baclava, su café y sus tés.
Como Moisés,
nosotros iremos delante. Todos iremos delante.
Que traigan sus
himnos y sus cuentas de rosario.
Que se pongan sus
santos dorados en el cuello.
Que traigan su
pena y su bondad, su kismet.
Que traigan sus
historias y sus risas.
Que hablen de la
Navidad y del Ramadán y del Hannukah.
Que repiquen las
campanas de sus iglesias, que llame a la oración el muezzin.
Que el tañido de la
cacofonía repique de veras y nos atraviese a todos.
Deja. Déjalos que
vengan. Deja. Déjalos que vengan.
Que esparzan sus
semillas y florezca la libertad.
Que hablen su
propio idioma como nosotros hablamos el nuestro,
para que aprendan
el idioma del tono y la confianza,
el bendito idioma
del cuerpo y el rostro – nuestro idioma.
El idioma de la
escucha. Porque estas cosas dicen más
que la torpeza de
las palabras. Que vengan, os imploro.
Que compartamos
las costumbres y que sea una costumbre compartir.
Que vengan como
la bella lluvia dadora de vida.
Me pondré el
yarmulke, que ellos se pongan el trapo.
Me pondré el
talit, que ellos se pongan la cruz
de las iglesias,
las mezquitas, las sinagogas,
que vengan en
nombre de sus dioses.
Que vengan.
Fuisteis vosotros los que los visitasteis. Vosotros.
Para quienes el
sol nunca se ponía.
Descolonicemos
nuestras mentes: vivid libres pero nunca olvidéis.
Vosotros, que
peinasteis el mundo (¿para quién?) como una red de arrastre se sumerge
en las olas y lo
barre todo y arremete y hace esclavos.
Fuisteis vosotros
los que contasteis el botín y arrojasteis el resto por la borda.
Dominando las
olas en verdad por las armas por Dios por la espada.
Estas ciudades
británicas prosperan hoy con el flujo monetario de entonces
o sea que
dirijámonos a la corriente, la fuerte fuerte corriente, sí.
No sea que nos
quedemos como estamos, con las manos congeladas ante las pistolas
en las playas, en
este sol de otoño al rojo vivo:
como un reino
estupefacto.
Que los nudos de
la historia se deshagan.
No sea que nos
quedemos como estamos, con las manos congeladas ante las pistolas
en las playas, en
este sol de otoño al rojo vivo:
como un reino
estupefacto.
Que los nudos de
la historia se deshagan.
Que vuestro
pueblo termine lo que vuestro pueblo empezó.
Abramos nuestros
brazos como lo hicieron ellos. Déjalos que vengan.
LEMN SISSAY MBE. Etíope-británico.
Si quieres escuchar el poema en la voz del poeta: http://badilishapoetry.com/lemn-sissay/
sábado, 26 de septiembre de 2015
Comenzamos
Siempre me ha sorprendido nuestra ignorancia (o indiferencia) con respecto al África sub-sahariana y, en consecuencia, con respecto a su literatura, no digamos, su poesía. Este blog es un proyecto ambicioso pero factible. Quiere llenar ese hueco de ignorancia e indiferencia para que se conozca la poesía contemporánea africana. Exceptuando los nombres de dos grandes "monstruos" como son Leopold Sédar Senghor y Wole Soyinka, no seríamos capaces de nombrar a ningún poeta africano más, y, sin embargo, al sur del Sahel se están haciendo cosas muy interesantes, muy nuevas, muy frescas. Poesía en lengua inglesa, francesa, portuguesa, española (¿nos acordamos de nuestra historia colonial?) y en lenguas nativas están llenando blogs, páginas web, festivales, palabra hablada en youtube, etc.
Mi pasión por África comenzó precisamente por su poesía, cuando encontré al azar el libro "Voces africanas" de la editorial Verbum en versión bilingüe francés-español. Luego leí "Poesía negra", una antología de poesía africana contemporánea, de la editorial Lancelot. Buscando en la web he localizado "Voces del Sur. Aproximación a la poesía africana", de la biblioteca virtual Omegalfa. Hay alguna publicación de Wole Soyinka, una "Antología de la literatura guineana", de la Editora Nacional, y seguramente mucho más que yo no conozca, pero nunca será suficiente.
Este blog va a publicar poemas de poetas africanos sub-saharianos, preferentemente de países anglófonos por mi formación y porque hay menos traducciones inglés-español que francés-español, pero también habrá de otras lenguas y todas las aportaciones serán bienvenidas para ir ampliando este corpus poético en nuestro idioma. Es imprescindible que lo hagamos, nos lo debemos y se lo debemos a África.
Mi pasión por África comenzó precisamente por su poesía, cuando encontré al azar el libro "Voces africanas" de la editorial Verbum en versión bilingüe francés-español. Luego leí "Poesía negra", una antología de poesía africana contemporánea, de la editorial Lancelot. Buscando en la web he localizado "Voces del Sur. Aproximación a la poesía africana", de la biblioteca virtual Omegalfa. Hay alguna publicación de Wole Soyinka, una "Antología de la literatura guineana", de la Editora Nacional, y seguramente mucho más que yo no conozca, pero nunca será suficiente.
Este blog va a publicar poemas de poetas africanos sub-saharianos, preferentemente de países anglófonos por mi formación y porque hay menos traducciones inglés-español que francés-español, pero también habrá de otras lenguas y todas las aportaciones serán bienvenidas para ir ampliando este corpus poético en nuestro idioma. Es imprescindible que lo hagamos, nos lo debemos y se lo debemos a África.
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